Aceptar nueva información, incluso si se opone a lo que se cree, es un desafío en las apuestas.
Cuando te estás preparado para apostar en un evento en particular, ¿es común cambiar de opinión después de recibir y considerar nueva información? Esta pregunta es pertinente, ya que muchos apostadores confían ciegamente en ciertas apuestas y tienen dificultades para aceptar que pueden ocurrir fenómenos y cambiar el rumbo de lo que tienes por convicción (o tenías).
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Hay toda una teoría detrás de este tipo de actitud, ya que se trata de nuestros comportamientos cerebrales, y como sabes, hay muchos artículos dedicados a la vertiente psicológica del apostador. Creemos que es importante seguir esta línea y traer más contenido con estas características, ya que el éxito de sus apuestas está muy ligado a temas como este.
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Lo que preguntamos al principio del texto tiene incluso un nombre: tendencia de confirmación. Los seres humanos están acostumbrados a ceñirse a lo que saben (o creen saber), en lugar de aceptar que la nueva evidencia es suficiente para cambiar de opinión. Hablando sin rodeos, apostar es apostar por un equipo en el que confías, aunque los eventos de ayer te muestran que quizás apostar por el oponente es la mejor idea. Llegados a este punto, lo ideal sería analizar la nueva información de una forma muy objetiva y abierta, aunque pueda contradecir tus corazonadas. Sin embargo, nuestros cerebros a menudo crean bloqueos a partir de estas nuevas "fuentes", prefiriendo ceñirse a las creencias habituales o ya arraigadas en nuestro modo de evaluación.
En el mundo de las apuestas esto es muy dañino y negativo, ya que el mercado y los eventos de un juego cambian constantemente, tanto el día anterior como durante el juego, y debemos estar abiertos a analizar todo esto, sin dejar que los sesgos psicológicos obstaculicen nuestras tomadas de decisiones.
Como puede ver, los desafíos que tiene un apostador son extensiones de nuestra vida diaria, todo sobre nuestras vidas y costumbres. Si tomamos un tema que genera fuertes debates, podemos comparar tranquilamente con lo que se enfrenta un apostador de este perfil en las apuestas. Confiar ciegamente en alguna teoría de la conspiración o algún político, aunque es fácil encontrar miles de contra-evidencia para refutar estos hechos, es un claro ejemplo de la tendencia a la confirmación. A pesar de tener acceso a información en la palma de su mano que confirma que su candidato político ha cometido actos corruptos, es probable que una persona continúe confiando en él y haciendo campaña por él.
Lo mismo puede suceder cuando esa misma persona (jugador) está analizando equipos o jugadores para formalizar su apuesta. Las creencias que ya son rutinarias dificultan que la nueva evidencia (información) ponga en duda lo que se cree que es el ideal, simplemente ignorando hechos que son importantes de observar en el análisis actual. A la larga, esto puede ser extremadamente fatal, de la misma manera que mantener a un político corrupto por otros 4 años podría causar problemas a la población.
¿Y cómo deshacerse de él? Abrir la posibilidad de revisar datos e información que parecen oponerse a lo que se cree que es mejor (o en el que se confía) ya es el primer paso. Dejemos de lado la idea de aferrarnos a prejuicios conductuales, llenos de creencias, ya que estamos lidiando con situaciones rodeadas de eventos aleatorios e impredecibles, como es un partido en un deporte competitivo.
Si bien parece una obviedad, abrirse a argumentos contrarios a lo que confía, y mejor aún, ahondar en ellos hasta el punto de analizar y convencerse de que necesita hacer algunos ajustes o cambiar de opinión, no es muy común. cosa que suceda. Sin embargo, si desea recorrer un camino duradero en las apuestas, aceptarlas, al menos para saber si están bien fundamentadas o no, lo convertirá en un apostador más inteligente, preparado para ganar.
